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Los tesoros romanos de Tarragona


Acueducto Pont de les Ferreres o Puente del Diablo, en Tarragona © Turespaña

Los tesoros romanos de Tarragona

Acueducto Pont de les Ferreres o Puente del Diablo, en Tarragona


Tarragona, situada al sur de Cataluña, es una ciudad milenaria. Capital del antiguo Imperio romano, sus calles atesoran el espectacular legado monumental de esta vieja civilización. Recintos, estatuas, piedras y construcciones que han sido declaradas Patrimonio Mundial Pasear por esta urbe cálida frente al Mediterráneo es un reencuentro con la historia.

A sólo 90 kilómetros al sur de Barcelona, se levanta Tarragona, una ciudad que, gracias a sus múltiples tesoros artísticos y culturales, es un gran museo al aire libre, del que sobresalen por encima de todo los vestigios de la era romana.
 
La antigua Tarraco se fundó en el año 218 a. de C., pero vivió su impulso definitivo a partir del 26 a. de C., cuando el emperador Augusto se instaló en ella. Hoy en día, muchos siglos después de aquellos tiempos de esplendor, uno es consciente de la importancia que tuvo Tarraco en la España de la época. Basta con adentrarse por el interior de esta tranquila capital catalana, a orillas del mar Mediterráneo, y admirar la rica herencia de su pasado romano, que se sucede a lo largo del casco urbano.
 
Por eso, te proponemos recorrer las impresionantes murallas del Paseo Arqueológico, la primera gran construcción tarraconense; acercarte hasta el teatro, lugar de diversión de sus habitantes durante siglos; pisar la arena del anfiteatro, escenario de batallas de gladiadores y luchas contra fieras; imaginarte cómo eran las carreras de carros en el circo; caminar entre las murallas y edificios del Foro, centro neurálgico de la ciudad romana, con sus columnas, plazas y estancias que nos trasladan a tiempos imperiales; conocer la necrópolis paleocristiana más importante de Europa occidental, mediante sus mausoleos y sarcófagos; o admirar el espectacular acueducto del Puente del Diablo, a las afueras, que se erige orgulloso sobre un valle.
 
Éstas son sólo algunas de las muchas opciones de  Tarragona. Una ciudad, en definitiva, de historia y cultura, arte y monumentalidad.
 
Pero también de ocio, deporte, playas y diversión.




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